Eran las 7,30 de la mañana. El sol del invierno aún no se había despertado sobre las cintas de la policía judicial que acotaban su cuerpo.
Días más tarde entregábamos, en un amanecer enfurecido, las cenizas al viento y al mar de la isla. Tan escasa materia desaparecía definitivamente en el modesto paisaje que tanto amó; tierra en la que perdió sus últimos y más intensos paraísos.
Aquella misma tarde hermosa y vacía, mientras paseábamos sonámbulos pegados al agua inerte, pensamos que algún día seleccionaríamos y mostraríamos sus creaciones más esenciales: fotografías artículos, poemas, manuscritos y algunos de sus dibujos irónicos e ingenuos sin olvidar el currículum que ella misma elaboró. Informe vital que manejó hasta el final y con el que pretendía tenaz y dolorosamente conseguir trabajos de la más diversa índole, obsesiva necesidad para salvarse de las sombras, duro esfuerzo por mantenerse independiente y a flote.
Mujer hermosa, honesta e inteligente, demasiado sensible y demasiado confiada en sus propias soluciones para poder salir del callejón en el que, muchas veces, se vio atrapada por “la tiranía de sus estados de ánimo”.
Hoy calmado el mar de la isla, desmantelado el solar de  ruinas, vacios de aliento, belleza y curiosidad, todos los lugares que tan intensamente vivió. Alejada pero nunca olvidada Sonia retorna a nosotros a través de este modesto rincón de la memoria.
Ahora, cuando se cumple el 5º aniversario de su muerte se presenta la recopilación de parte de su obra bajo  un título que ella misma había elegido:“EL OJO AVIZOR”


























































Estas tres fotografías de calabazas son el trabajo que se puede ver de forma permanente en el vestíbulo del restaurante de Las Cortes Valencianas 

CALABAZAS



"EL ENCARGO"

El mes de Abril del 2007, se decide incluir el tema de LAS CALABAZAS  en el espacio dedicado a la obra plástica que decorará el distribuidor del comedor de diputados de las Cortes Valencianas. 
Este tema se eligió por estar presente en los murales digitales y muy especialmente por ser el material en el que están realizadas las  esculturas que acompañan  dicha obra.
Sonia  asume el encargo y comienza a trabajar sobre un tríptico fotográfico partiendo de dicho tema. Los limites en el planteamiento, técnica, concepto, estilo...etc., son casi inexistentes.
Aunque tiene un gran interés por hacerlo no se encuentra en un buen momento por lo que asume con dudas y  vacilaciones el  intenso y exigente trabajo que le  supone  la obra.

















“LA BUSQUEDA”


Partiendo de un cierto rigor que paliase  miedo y desanimo, Sonia  se inclina hacia un método meticuloso y de tanteo, capaz de enfriar la tensión que le produce esta aventura creativa.

Se incorporan aquí ejemplos significativos de este periodo, en el que vemos como los estudios aparecen bajo una capa de calculada perfección, alejados del modo intuitivo, sensible y espontaneo que ha caracterizado el resto  de sus realizaciones.

Son innumerables las variantes ejecutadas en apenas un mes. Pero, no acaba de encontrar la imagen que busca. Una  vez más se desanima y anima y se enfrenta al resultado  solicitando la crítica; para ello recurre a la persona que le inspira más confianza, por veracidad y agudeza critica, porque conociéndola, intuye lo  que no debe hacer para ser ella misma.  Sonia reconoce en el análisis la realidad de ese  primer resultado, que no la convence: “Todo lo realizado NO SIRVE, sólo representa una obra  COMODA Y ANODINA”.

Durante tiempo se sume en el silencio. Pero son esos momentos tensos, los que promueven en ella una mezcla de abatimiento  y coraje, con la profunda decisión  de  encontrarse.





































“EL ENCUENTRO”


Es difícil entender su capacidad  para superarse y encontrar el lugar en el que poder “crear plenamente” a pesar de su opresivo estado de ánimo .Sólo se entiende  si nos  colocamos ante el proceso de la obra definitiva que al fin consigue  realizar. Para ello, es aconsejable dejarse invadir por estas imágenes libres, sensuales y bellas. Ellas  son al fin de cuentas, SONIA EN ESTADO PURO.










































“LA OBRA FINAL”

No fue fácil la elección. El material creado, le pedía a gritos continuar, seguir indagando ese territorio ya iluminado, pero ante el apremio del fin del plazo, decide realizar un tríptico; encarga su ejecución digital y lo coloca en el espacio elegido.
No firmó su trabajo y nunca lo vio inaugurado.
Sin embargo, ahora al presentarlo aquí,  tras estos años, si podemos entender lo que supuso LA ULTIMA OBRA DE SU VIDA.